lunes, 30 de noviembre de 2009

Blonde Redhead
23 (2007)



Este trio militante del sello 4AD, era, creo, una de las bandas más infravaloradas dentro de la escena, y que gracias a este, su ya octavo disco, dio el salto tal vez no al mainstream, pero si a consagrarla como una agrupación de culto. Veintitrés, fue para mi el mejor disco del 2008, así como lo fue para muchos, ya que es un disco envuelto en melodias ensoñadoras y desbordantes de emociones. El shoegaze que My Bloody Valentine nos prometio hace algunos ayeres, Blonde Redhead lo ha materializado y perfeccionado con creces.

Coldplay
Parachutes(2000)



Siempre que me preguntan si me gusta Coldplay, yo contesto sin reparo: ¡por supuesto, Parachutes es un gran disco!, ¿a caso tienen otro?.
Este fue su primer álbum y es una producción impregnada de toda la melancholia de unos post adolescentes londinenses; cielo gris, frio, lluvia, ustedes saben; tamizada por la escuela “radioaheana”. El primer sencillo, “yellow”, debío haber sido, si mal no recuerdo el sencillo de aquel lejano 2000 (y si no fue así, debío haberlo sido). A él le vino “don’t panic”, “shiver” y “trouble” acompañanda de un gran video. Durante diciembre, en radioactivo realizaron programas especiales donde se podían escuchar completos los discos que para ellos, habían sido los mejores del año, yo, ni tardo ni perezozo introduje mi cassette en el minicomponente y lo grabe. Años después me regalaron el CD en mi cumpleaños y hoy, cuando deseo escuchar algo esperanzador, pongo Parachutes (el único disco que conozco de Coldplay) en la bandeja del minicomponente de mi habitación, pincho PLAY, me recuesto en mi cama y duermo, sabiendo que no todo está perdido.

Doves
Some Cities (2006)



Los Doves es una banda proveniente de la prolífica Manchester, que desde su segundo álbum The Last Broadcast, me atraparon con su brit pop elocuente y perfeccionista (o al menos,está es la impresión que me dan de sus álbumes). En Some Cities, su tercer LP, la producción es impecable, muy cuidada, generando capas de sonido lumminosas y relevantes, brindándonos un pop espacial así como muy orgánico al mismo tiempo. El disco raya a la perfección,siendo para mi, su mejor carta de presentación de la banda; su crisol de tonalidades va de lo más intenso a lo más tierno; puediendose bien disfrutar durante un día lluvioso y nublado, como en una cálida tarde de verano.

Incubus
A Crow Left of the Murder (2004)



La banda comandada por Brandon Boyd, (pesadilla de los hombres, suplicio de las mujeres) saco en 2004 lo que fue, para mi, su último gran disco: A Crow Left of the Murder, en está etapa se sacudieron las rastas y le entraron a lo vintage, (arrastrando la ondita The Strokes), dejándose ver desde su atuendo: saquitos “mangascortas” y cabello perfectamente despeinado. El disco es una coleccion de 14 temas, donde a lo largo de él, hacen un poquito al lado la tornamesa ( instrumenteo que frecuentemente utilizarían en sus anteriores discos) y le dan una mayor participación a las guitarras llevándolas al primer plano, derrochando pura energía y buen rock.

Personalmente, no soy gran fan de Incubus, y este disco ni siquiera lo escuche durante el año en que salio, sólo recuerdo los videos de los dos primeros sencillos que se desprendieron de él: “Megalomaniac” y “Are you In”, y no fue hasta el año pasado que decidí darle una escuchada, y vaya que me sorprendio y me agrado, Rock me!!!.

Interpol
Turn on the Bright Lights (2002)



Sin duda alguna, Interpol junto con The Strokes (ambas agrupaciones con base en Nueva York), fueron dos de las bandas nuevas que comenzaron a darle forma y rumbo musical a este inicio de milenio. Las discusiones acerca de si son una copia de Joy Division han sido interminables, y mi análisis es el siguiente: así como Elvis Presley fue el hilo conductor de la mutación de la música negra al rock and roll para llevarla a los oidos de los blancos, Interpol juega el mismo rol (guardando proporciones, por supuesto); ya que ellos llevaron también el rol de transmitir ese post-punk de finales de los 70’s al siglo XXI.

La voz de barítono de Paul Banks, la estructura que brinda C. Dengler con un bajeo fino y profundo -sello caracteristico de la banda-, la filosa ritmica de Daniel Kessler con su guitarra Epiphone Casino, el acompañamiento de Sam Fogarino a la bateria y sus vestimentas, siempre negras de cada integrante, a la usanza de sepulturero refinado, dan a Turn on the Bright Lights una personalidad obscura y melancólica, con permanencia en oido (analogía de los buenos vinos. Dicese de larga permanencia en boca), conviertiéndolo en un misterioso pero entrañable compañero.

Mugison
Mugimama, Is This Monkey Music (2004)



Este disco siempre es el as bajo la manga, es mi arma secreta. Cuando en esas discusiones acaloradas con otros melómanos de ver quien hace más referencias de grupos desconocidos, Mugison siempre me deja bien parado. Y no sólo es por citar el nombre de un grupo que no es mainstream, sino que el orgullo de mi recomendación, radica en que de verdad es un GRAN disco que propone en cada pieza. Los arreglos de cuerdas (principalmente violín) y de piano, el bajeo insondable, los sutiles elementos electrónicos y la retórica lamentosa de las diversas vocales de niños, hasta voces cavernosas y guturales, llevan a Mugimama, Is This Monkey Music a lo hermosamente fúnebre y tétrico.

Pearl Jam
Binaural (2000)



La música es alegoria de la vida, es también la proyección de los realidad vivida, de los sueños y la imagineria. Cuando yo tenia escazos 9 ó 10 años, el auge del Grunge estaba en pleno esplendor, la furia que vomitaba era propia de ese mundo, de esa realidad de inicio de los ’90. En el 2000, la realidad era diferente (tal vez igual de desoladora, pero diferente en muchos otros aspectos), pero aún así, alcance a saborear un poco de la rabia con que Edie Vedder interpreta, esa rabia encapsulada en su voz. Binaural, tiene unos miligramos todavía de esa escencia, aunque en su mayor parte suena arrullo de bebé, aún así ese pop grunge (como yo le digo) que hacen en el disco es muy disfrutable.

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